Al carajo
Ahora que estamos solos os voy a contar un secreto. Nos vamos al carajo. Todos. Bueno, no todos. Las cucarachas seguramente sobrevivan.
Mucho se habla del 2012, del fin del mundo, que si los mayas, que si los posos del café… No hace falta ser Nostradamus o tener una ferviente legión de seguidores sandalia en mano. Puede que ni siquiera lleguemos al 2012. Puede que ni siquiera lleguemos a mañana. Bueno, a mañana seguramente sí.
Muertes masivas de pájaros y peces, luces en el cielo, que si Korea se mosquea, la ley Sinde,… Cada vez estoy más convencido de gastarme mis ahorros en un refugio nuclear y no salir hasta que no quede nadie fuera. Y después pegarme un tiro en la boca. Pero en el fondo soy un hipócrita. Y como yo, el resto (salvo un par de hippies pulgosos que viven en el monte). Mucho nos quejamos, mucho grupo de Facebook y “trending topics” y al final no hacemos nada. Esto se va a la mierda (con perdón) lo queramos o no, si no es por una cosa es por otra.
Lo bueno de todo esto es que aunque nos mandemos al otro barrio como especie, el planeta sobrevivirá. Y surgirá un nuevo orden mundial. De cucarachas. Otra vez.
Blue Oyster